La selección española de balonmano dio un paso de gigante hacia los octavos de final el Mundial de Francia 2017 tras imponerse por 21-26 a la de Túnez, en un encuentro en el que España se condenó al sufrimiento en la segunda parte, tras ensombrecer su fantástica puesta en escena, con cuatro minutos finales del primer tiempo de relajación.

Consciente de la batalla perdida que supondría entrar en una guerra cuerpo a cuerpo con los fornidos defensores tunecinos, España salió a la pista con la consigna de hacer circular lo más rápido posible el balón.

Esta fórmula permitió a los de Jordi Ribera nutrir desde el comienzo de balones a sus extremos y pivotes, aunque curiosamente un lateral, el debutante en este Mundial Iosu Goñi, quien dos latigazos quien otorgó la primera ventaja (1-4) al conjunto español.

Mañana, el tercer rival será Angola (20.45, Teledeporte).