Después de apenas seis días de minivacaciones navideñas tras la victoria en el derbi ante el Gandía, el HLA Lucentum volvió ayer a los entrenamientos con una doble sesión para preparar el decisivo duelo del próximo viernes en Tarragona (en horario unificado a las 20.00) con el que se cerrará la primera vuelta de la Liga LEB Plata.

Los alicantinos necesitan ganar en tierras catalanas para asegurarse la disputa de la final de la Copa LEB Plata. El equipo de Miguel Ángel Zapata, segundo en la tabla liguera con 10 victorias y cuatro derrotas, depende de sí mismo para ser uno de los dos finalistas coperos, al igual que el líder Covirán Granada, que tiene el mismo balance y recibe este viernes al Valladolid, un duro rival que tiene opciones de disputar la Copa con sus nueve triunfos y cinco derrotas. Con todo, Granada y HLA Lucentum son los grandes candidatos por su buen balance de puntos a favor y en contra.

Con el actual formato, la final copera se disputará el 21 de enero a partido único entre los dos primeros clasificados de la primera vuelta de la Liga y en cancha del líder de la competición regular.

Además del billete para la disputa del primer título de la temporada, el partido de este viernes tiene aires de revancha para el HLA Lucentum, puesto que el Tarragona fue el equipo que eliminó la pasada temporada a los alicantinos en las eliminatorias por el ascenso a LEB Oro. No obstante, el rendimiento de los catalanes ha bajado este curso y son duodécimos en la LEB Plata con cinco victorias y nueve derrotas.

Precisamente ayer mismo, el CB Tarragona anunció el fichaje del escolta José Luis González, un canterano del HLA Lucentum que dejó el club alicantino para fichar por el Arcos Albacete, también de la LEB Plata, y ahora pone rumbo a tierras catalanas. Este mismo viernes González podría debutar contra su ex equipo.

Por otro lado, el conjunto lucentino realizará un fichaje en las próximas hora para cubrir la baja por lesión en la rodilla de Gatluak Thiep, que está a la espera del resultado de las pruebas médicas para conocer el alcance de la dolencia. Thiep es un joven jugador de 24 años y 2,13, el más alto de la plantilla, que trabajaba regularmente con el primer equipo, aunque competía de manera habitual con el filial. Según el club, la nueva incorporación no será necesariamente un pívot, dado que los técnicos contemplan otras opciones.