El Orihuela ya no tiene margen de error para seguir manteniendo sus aspiraciones de acceder a los puestos de promoción de ascenso. De los enfrentamientos directos que ha tenido en las últimas jornadas, sólo ha sido capaz de ganar Ontinyent, por lo que ahora no tiene más remedio que vencer al Buñol, a uno de los colistas.

El conjunto valenciano lleva ocho partidos seguidos sin ganar (la última vez que lo hizo fue el 23 de octubre), en los que ha empatado cinco y ha perdido tres. El equipo que entrena José Manuel Roca no se encuentra actualmente en una situación mucho mejor, ya que en sus últimos ocho encuentros sólo ha logrado dos triunfos.

El choque de hoy, que se disputará en el campo Antonio Pascual Gil de Redován, porque Los Arcos aún no se puede pisar debido a la resiembre, debe suponer un punto de inflexión para el conjunto escorpión que, a partir de ahora se centrará exclusivamente en la competición liguera tras caer eliminado en la Copa Federación a manos de Lorca.

Los jugadores oriolanos esperan que las fuertes lluvias y el anuncio de temporal no obligue a que se suspenda el partido y que se pueda jugar para sumar tres puntos que le vendrían muy bien para tener esperanzas de poder seguir mirando hacia arriba.

Para ello, Roca contará con toda la plantilla a su disposición, a excepció de Ayo que continúa lesionado. Por su parte, el Buñol tiene la baja de Chuso, por acumulación de tarjetas.