Después de la derrota sufrida en Copa Federación ante el Lorca que ha dejado fuera a los oriolanos de esta competición, el equipo de José Manuel Roca se está centrando ya en la Liga, con el fin de tratar de salir de la crisis de resultados en la que está sumido desde hace aproximadamente dos meses.

El primer paso tendrá que darlo este próximo domingo a las cuatro y media de la tarde como local ante el Buñol, uno de los colistas que lucha por la permanencia, después de caer derrotado la jornada anterior en Castellón ante un rival directo. Este partido se jugará de nuevo en Redován, municipio al que está acudiendo el club para disputar sus partidos como local por la resiembra de Los Arcos. Y es que a estas alturas de competición, la entidad de la Vega Baja tendría que haber regresado a su estadio habitual después de un mes sin pisar el terreno de juego de Los Arcos. De hecho, el partido del 8 de diciembre ante el Ontinyent ya se tenía que haber disputado en el histórico recinto. Sin embargo, el estado del nuevo césped sigue sin ser el idóneo, por lo que el exilio se ha alargado hasta un mes, y continuará más tiempo.

Las previsiones actuales que mantiene el club con el Ayuntamiento, propietario de Los Arcos, es que no se podrá jugar ningún partido en su terreno de juego hasta el 15 de enero, lo que supondrá que el Orihuela habrá estado dos meses sin pisar su campo. Con este acuerdo adoptado por el club y el Consistorio, se pretende evitar que se dañe la resiembra, teniendo en cuenta el elevado riesgo de fuertes lluvias que se prevén para este fin de semana en Orihuela.

De esta forma, el Orihuela Buñol de este domingo y el Orihuela-Muro del 21 de diciembre, se tendrán que jugar también en Redován. Si todo transcurre con normalidad, el regreso de los escorpiones a Los Arcos se producirá el 15 de enero coincidiendo con el derbi comarcal frente al Torrevieja.