El Bidasoa Irún cortó ayer la racha de tres derrotas seguidas con un sufrido triunfo ante el colista de la Liga ASOBAL, el Balonmano Benidorm, que dominó el encuentro y que terminó rindiéndose a siete segundos del final con un gol de Jon Azkue.

Empezó muy bien el conjunto visitante, dejando claro que su posición en la tabla no se corresponde a su juego siempre competitivo, y con el buen hacer de David Jiménez estableció las primeras rentas a su favor y el nerviosismo en el bando local. Jacobo Cuétara, técnico del Bidasoa, pidió su primer tiempo, se temía lo peor y los locales mejoraron con el brazo de Muiña, desatascador en ataque como casi siempre que está entonado.

Lancina, ya en la segunda parte, empato a 14 en el minuto 40 pero los alicantinos no se descompusieron y, a pesar del apoyo de la grada irundarra, volvieron a mostrar su supremacía escapándose de tres goles, algo en lo que tuvo mucho que ver el extremo Saéz. Lancina, desatado, favoreció la remontada hasta el 20-19, Artaleku se levantó al tiempo que los brazos de todos los jugadores comenzaron a flaquear, Benidorm empató y tuvo una opción de remontada que evitó Dejanovic para otorgar una última posesión a su equipo.

El 20-20 a escasos segundos del final elevó la tensión en Artaleku, Cuétara pidió un tiempo muerto para decidir su ataque final que, en esta ocasión, se saldó con éxito gracias a un gol de Azkue a siete segundos para el final. El Benidorm debe levantarse.