Sin todavía creérselo, el delantero argentino Alejandro Martinuccio y el portero brasileño Marcelo Boeck salvaron sus vidas del accidente que acabó con la de casi todos sus compañeros del Chapecoense gracias a una serie de casualidades que impidieron a ambos subirse al avión. Hace dos meses unos problemas en la rodilla obligaban a Martiluccio, el único extranjero de la plantilla, a decir adiós a la temporada y a disputar la final de la Copa Sudamericana ante el Atlético Nacional.