Entre las artes marciales europeas, España se hizo con una posición de privilegio tras beber de las escuelas alemana e italiana. La fama de los soldados patrios les precedía, hasta el punto de que un proverbio inglés reza que «a los españoles por mar los quiero ver, porque si los vemos por tierra, que San Jorge nos proteja». España desarrolló sus propias escuelas de esgrima, entre las que se pueden contar la Destreza española, la Verdadera Destreza y las ramificaciones de ambas. P.T.