El Comité de Competición de la Federación Española de Fútbol sanciona con cuatro partidos al técnico del Eldense Raúl Garrido y con dos al delegado azulgrana Antonio Cerdá, tras ser expulsados la pasada jornada por el árbitro murciano José Lax Franco.

El club azulgrana asegura que no va a recurrir la sanción «porque es la palabra del árbitro contra la nuestra», mientras que el delegado deportivista Antonio Cerdá asegura que cuando llegó el árbitro al Nuevo Pepico Amat «nos pidió siete entradas de palco Vip para sus familiares, petición a la que accedimos y por la que sus acompañantes vieron el encuentro ubicados en ese lugar».

El delegado azulgrana es el encargado de entregar y recoger las licencias de los futbolistas cada vez que juega el Deportivo. El domingo, una hora después de acabar el partido ante el Villarreal B, Cerdá asegura: «Fui a la caseta de Lax Franco a recoger el acta y las fichas, pero el árbitro me indicó que no podía estar porque había sido expulsado, entonces me fui a casa sin ningún documento».

La sorpresa le llegó al Eldense el lunes por la mañana cuando accedieron al vestuario arbitral y vieron que «Lax Franco se fue sin devolver las fichas al club, por lo que denunciamos ante las Federaciones Murciana, Valenciana y Española la desaparición de las fichas de nuestros jugadores».

Cerdá sostiene que «la Federación localizó a Lax Franco y el árbitro dijo que las dejó en el vestuario, pero al desaparecer las licencias nos remiten otras nuevas para poder jugar en Alcoy», afirma.