El Real Madrid ha repetido este curso los números del inicio de la temporada pasada, con cuatro victorias y tres igualadas, cifra de empates seguidos que ya vivió Zinedine Zidane justo antes de pasar del Castilla al primer equipo. La racha de tablas -cuatro, una en Dortmund en la Champions y tres en Liga ante Villarreal, Las Palmas y Eibar- han frenado el comienzo de la campaña que le hizo liderar en solitario la Liga tras cuatro triunfos en las jornadas iniciales.

La temporada pasada, con Rafa Benítez al mando, el Real Madrid también empezó con ese mismo número de triunfos (cuatro) y empates (tres) para sumar quince puntos después de siete encuentros. Entonces el Villarreal lideraba la tabla con 16, uno más que el equipo madridista, el Celta y el Barcelona. Ahora es el Atlético el líder con 15 igualado con el Madrid. El equipo blanco había conseguido marcar 15 tantos y había encajado dos. Ahora acumula 16 goles a favor y siete en contra.

El empate contra el Villarreal puso fin a la racha de 16 victorias seguidas que había conseguido el técnico francés al frente del primer equipo, e impidió que superase al Barcelona de Pep Guardiola.

Zidane llegó al banquillo Madrid en enero justo después de haber enlazado tres empates al frente del Castilla en Segunda B.

Zidane, en todo caso, presenta unos números magníficos desde que debutó ante el Deportivo el 9 de enero con un 5-0 y acumula 21 victorias, cinco empates y tan solo una derrota, la que sufrió en el Bernabéu ante el Atlético (0-1) el 27 de febrero.

En este arranque del curso, el Madrid está inmerso en una crisis de resultados tras empatar cuatro partidos consecutivos, tres de ellos en la Liga, que ha provocado que pierda el liderato. Las claves de esta primera crisis de la «era Zidane» son las siguientes:

Falta intensidad

Públicamente es el único factor que achaca Zinedine Zidane a sus jugadores: la falta de intensidad con la que entran a los partidos, señalando especialmente los encuentros del Bernabéu ante Villarreal y Las Palmas. La poca actitud se refleja en balones divididos que siempre fueron para el rival, desajustes en las marcas y falta de ayudas. Costó goles en contra que provocaron ir a remolque todo el encuentro y buscando una remontada que no llegó.

Ausencia de un patrón de juego

La racha de triunfos impedía un análisis en profundidad del fútbol del Madrid. En cuanto se terminó, salen a la luz carencias en un patrón de juego poco definido. El estilo parece pender de la presencia de Modric y a las variantes ofensivas les falta el factor sorpresa de Marcelo.

Sin equilibrio sin Casemiro

La figura de Casemiro representa el equilibrio. Sin él no existe un centrocampista defensivo . El paso de Kroos a esa zona es un parche que puede ayudar para la construcción del juego pero perjudicar en la fase defensiva. No es un especialista en ayudas ni coberturas. Lo sufren los centrales, con desajustes que han provocado que salten a la vista graves errores de Varane, Sergio Ramos y Pepe.

Menos pegada

de la BBC

El inicio de la temporada de Benzema y Cristiano no ha ayudado. Solo Bale ha tirado del carro y físicamente es el que mejor estado tiene. Un solo tanto de Cristiano en la Liga plasma el bajón. A estas alturas la pasada campaña, los tres juntos habían marcado 13 tantos.