David Canales Cerdá fue el viernes uno de los protagonistas del partido Betis-Málaga de Primera División. El árbitro auxiliar ilicitano ha cambiado de pareja deportiva y ahora ejerce de ayudante del colegiado riojano Daniel Ocón Arráiz, aunque en esta ocasión acompañó a Álvarez Izquierdo en el Villamarín, porque al ser valenciano no puede estar en los partidos de los equipos de la Comunidad, Valencia y Villarreal.

Anteriormente, formaba equipo con el árbitro benidormense Juan Martínez Munuera, las tres últimas en la denominada Liga de las estrellas.

Esta temporada ya estuvo en los duelos protagonizados por Las Palmas y Granada y el que jugaron Atlético y Sporting, en el que coincidió sobre el césped con el también ilicitano Saúl Ñíguez. En Elche, desde que descendió en los despachos el club franjiverde a Segunda, no hay nadie más en la élite. «Me considero un privilegiado de ser el máximo representante del fútbol nacional en Elche», reconoce Canales antes de confesar que «en los más de 80 partidos que llevo en la máxima categoría he tenido vivencias increíbles y todo tipo de anécdotas».

Estuvo en el Sadar, en aquel Osasuna-Betis en el que se cayó la valla; las chispas del recordado Espanyol-Barcelona de Copa del Rey le «rozaron»... Ha pisado todos los césped de Primera, aunque el campo que más le ha impresionado ha sido San Mamés, quizás por su mística, más cercana a los duelos de la Premier inglesa. También acudió a Estonia al partido Sillamae Kalev-Hajduk Split, que fue su debut internacional.

Todas las tardes las dedica al arbitraje ya que «esta profesión obliga a la dedicación exclusiva» y entre charlas, entrenamientos, vídeos de los partidos, «para corregir errores», y de encuentros por venir, la exigencia es máxima y «no te puedes quedar atrás».

David Canales no sólo corre por la banda de los mejores campos de fútbol tratando de ayudar al árbitro del duelo, sino que también encuentra tiempo para dirigir la English Factory Elche, una academia de inglés, que acaba de inaugurar, diferente y atractiva, que rompe moldes. Estuvo cuatro años al frente del Laboratorio de Idiomas de la UMH y «ahora acabo de emprender una nueva aventura profesional en la que deseamos que el aprendizaje de la lengua inglesa sea atractiva para todas las edades».

Canales es capaz pasar de un campo de fútbol a una clase de inglés de forma rápida. Entiende que no es tan diferente una tarea a la otra. En ambas tiene una misión didáctica y trata de pasar lo más desapercibido posible, porque los protagonistas son ellos: Los alumnos y los jugadores.