Los hermanos Alistair y Jonathan Brownlee protagonizaron la imagen deportiva del fin de semana. Jonathan se jugaba el campeonato del mundo de triatlón en Cozumel (México) pero un golpe de calor le dejó fuera de juego a escasos 300 metros de la línea de meta. Alistair, que llegaba por detrás, le agarró y tiro de él para que cruzara la línea. Este gesto de solidaridad ha emocionado al mundo del deporte.

Al menor de los Brownlee -plata olímpica en Río, por detrás de su hermano Alistair- se le escapó el título en los últimos metros, al sufrir el golpe de calor, antes de colapsar y ser trasladado a un hospital.

Si Jonathan hubiese ganado en Cozumel, Mario Mola debía ser tercero para capturar oro mundial. Si el inglés era segundo, el español tenía que acabar, al menos, quinto en la Gran Final. Puntuable, junto a los cinco mejores resultados del año, para la general final del Mundial. Y eso fue lo que sucedió exactamente, donde otro español, el talaverano Fernando Alarza, capturó el bronce.