La estrategia bien trabajada es sinónimo de puntos en el fútbol moderno. Esta máxima quedó refrendada ayer en la Nova Creu Alta de Sabadell.

La interpretación colectiva de la pizarra evitó la primera derrota del Alcoyano en la competición regular. Álvaro García ejecutó la falta, Tomás Ruso prolongó de cabeza el balón y Fran Miranda se encargó de alojarlo en el fondo de la red a 7 minutos del final neutralizando el tanto anotado por Carreño al filo de la media hora de juego de la reanudación.

El empate «in extremis» permitió que el equipo de Toni Seligrat emprendiera el viaje de regreso incrustado provisionalmente en la zona de promoción, a escasos tres puntos del líder Barcelona B.

El técnico del Deportivo, poco dado a la sorpresa, repitió «once», mientras que su colega, José Solivelles, optó por Jordi López para suplir la baja de Gai Assulin.

El conjunto vallesano arrancó con decisión avisando pronto con un duro disparo de Ramón Verdú que se marchó ligeramente desviado.

La estrategia generó el primer susto serio sobre el marco de Marc Martínez. El delantero Carreño conectó un cabezazo en el interior del área que el central Mario Fuentes sacó en la misma línea de gol.

El arrojo del capitán derivó en una pequeña rotura de fibras que le obligó a ser sustituido por Jorge Devesa. El movimiento de banquillo condujo a Fran Miranda a situarse como pareja de Tomás Ruso en el eje de la zaga.

El primer acto echó el cierre con otra llegada del Sabadell por medio de Txomin Barcina -cruzó excesivamente le esférico- y con un lanzamiento al poste de David Torres, aunque la acción había sido previamente anulada por el colegiado.

En la reanudación Sabadell y Alcoyano se repartieron el dominio, si bien el cuadro catalán cobró ventaja por medio de Carreño. Seligrat arriesgó con la incorporación de Mariano Sanz y paso a jugar con dos delanteros de referencia. La pizarra, no obstante, resultó determinante para sellar el empate.