El fútbol europeo debe familiarizarse con un nuevo nombre, Aleksander Ceferin, un abogado de 48 años apenas conocido hace unos meses, elegido este miércoles séptimo presidente de la UEFA en el Congreso Extraordinario celebrado en Atenas.

Ceferin, que derrotó al holandés Michel Van Praag por 42 votos a 13, ha logrado, desde que en 2011 se hizo cargo de la Federación de Fútbol de Eslovenia (NZS), ganarse la fama de ser una persona competente y, sobre todo, íntegra.

A ello ayuda que, como abogado, ha continuado la tradición paterna de defender sin coste a víctimas de violaciones de los derechos humanos sin recursos .

Así, en 2006 representó a la familia gitana Strojan, que fue expulsada de su localidad de origen en Eslovenia por presiones de los vecinos, hecho que supuso entonces todo un escándalo político por la actitud de las autoridades.

En el programa de su candidatura, que llevaba el título de "Creando el equilibrio perfecto", Ceferin trataba de buscar la armonía entre los variados intereses de todos los miembros del fútbol europeo.

Algunos han visto en él una figura que encarna el mejor compromiso entre los intereses de los grandes clubes y las pequeñas federaciones.

Otros han interpretado su programa como un intento de reducir el poder de los grandes clubes, como Real Madrid, Barcelona o Bayern de Múnich, a favor de nombres y federaciones de menor peso.

"El mejor camino para la UEFA y su desarrollo futuro es nuestro trabajo conjunto (...), respetemos el papel de cada uno de nuestros miembros", aseguraba Ceferin en el mismo, en el que incluía la limitación de los mandatos del presidente y de los miembros de su Comité Ejecutivo.

La lucha contra los amaños y una mayor transparencia en los procesos de adjudicación de grandes torneos y finales son otros de los objetivos del abogado, especializado en derecho penal y comercial y también en la representación de deportistas y clubes deportivos.

Ceferin, que cumple un segundo mandato al frente de la federación eslovena y es miembro del Comité Legal de la UEFA y del Disciplinario de la FIFA, nació en 1967 en Grosuplje, unos veinte kilómetros al sudeste de Liubliana.

En la universidad de esta ciudad se licenció en Derecho y empezó a trabajar en una compañía jurídica de su padre, uno de los abogados más renombrados del país balcánico.

En 2005 entró en la dirección del club de fútbol sala esloveno KMN Svea Lesna Litija y del aficionado FC Ljubljana Lawyers.

En 2006 ingresó en el comité ejecutivo del Olimpija Liubliana, que a partir de entonces logró ascender de la tercera a la primera división (2009/10).

Al frente de la federación de su país ha logrado atraer más espectadores a los estadios, mejorar la cobertura de los medios y ubicar la organización en una sede nueva, moderna y bien equipada, en la localidad de Brdo pri Kranj, al norte de Liubliana.

Cerefin negó enérgicamente las acusaciones de que contaba con el apoyo del presidente de la FIFA, Gianni Infantino, lo que sería contrario a la reglamentación vigente de la UEFA.

Del mismo modo descartó como totalmente falsas afirmaciones de un medio noruego de haber prometido a las federaciones escandinavas la organización de la Eurocopa 2024 o 2028, así como un puesto en la vicepresidencia de la UEFA, si apoyaban su candidatura.

Casado y padre de tres hijos, Ceferin habla de forma fluida inglés e italiano y se declara un "fanático del fútbol", deporte que ha practicado, además de baloncesto y kárate.

Su futbolista favorito es Cristiano Ronaldo y su club el Real Madrid, aunque ha admitido que "también el Barcelona es súper".