La Liga de Campeones, un coto privado para los equipos españoles en el último trienio, entra en escena desde mañana, con la meta puesta para los grandes aspirantes en la cita del 3 de junio del 2017, en el Millennium Stadium de Cardiff (Gales), escenario de la final y de la gran fiesta del fútbol del Viejo Continente.

Treinta y dos equipos repartidos en ocho grupos de cuatro en su primera fase emprenden el camino al éxito. En busca de un trofeo acaparado en los tiempos recientes por clubes de LaLiga. El Madrid ha ganado dos, incluido el último, y el Barcelona, una, en estos tres años. Además, el Atlético ha sido el finalista en dos de ellas.

La 62ª edición de la competición tiene un aliciente para el Madrid. El poseedor de más títulos en el torneo, con once, pretende convertirse en el primer club que gana dos coronas consecutivas desde que la Liga de Campeones adoptó su formato actual. Nadie, desde la 92/93, cuando la Champions se formó como tal, ha logrado repetir.

La condición de campeón alienta la condición de claro aspirante al Real Madrid. Pero también, y a la misma altura, al Barcelona y al Atlético Madrid, que han dejado su impronta en el torneo en las ediciones recientes.

Junto a ellos asoman el Bayern, el último en lograr el trofeo antes del dominio español, y el Juventus, finalista hace dos temporadas. Dos clásicos a los que se unen cada temporada equipos como el PSG o el Manchester City, que cada año se adentran en el torneo plagados de expectativas que mueren a medio camino.

Además, el torneo llega aderezado por la presencia, por primera vez en su historia, de la gran sensación del pasado curso en el fútbol europeo. El Leicester inglés, como campeón de la Premier, entrará en escena en la Champions.

La ausencia de clásicos como el United o el Chelsea, que también presumen del título en sus vitrinas, concentra aún más la perspectiva de los habituales candidatos. Otros como el Milan, el Inter, el Ajax o el Liverpool, que antaño marcaron el paso en la Copa de Europa, hace tiempo que no forman parte de la relación de posibles. Ni siquiera están incluidos en el cartel.

Nueve de los treinta y dos participantes en esta edición han logrado alzar el trofeo: Madrid, Barcelona, Bayern , Juventus, Benfica, Oporto, Celtic, Borussia Dortmund y PSV Eindhoven.

El desafío continental es la apuesta más firme de las entidades más poderosas. Equipos como el PSG o el Manchester City han echado el resto por fortalecer sus plantillas y equilibrar las posibilidades a las de los últimos campeones. Ha habido movimientos tanto en los banquillos como en los respectivos planteles.

Especialmente ha sido el caso del City. El club inglés ha depositado sus esperanzas en Pep Guardiola. El preparador español, que hizo campeón al Barcelona en dos ocasiones pero no pudo llevar este éxito al Bayern, afronta una nueva aventura en Manchester.

El City quiere Europa y para ello no ha regateado en gastos. El turco Ilkay Gündogan, el español Nolito, el alemán Leroy Sané, el inglés John Stones, el brasileño Gabriel Jesus o el meta chileno Claudio Bravo, amplían las posibilidades del grupo de Guardiola.

El preparador español arrancará con el Borussia Mönchengladbach en un cuarteto de equipos que completan el Celtic y, precisamente, el Barcelona, que ha completado su plantilla y ha potenciado su banquillo de forma especial con los franceses Samuel Umtiti y Lucas Digne, los españoles Denis Suárez y Paco Alcácer, el portugués Andre Gomes o el holandés Jesper Cillessen.

El fútbol italiano no tiene un campeón desde que el Inter ganó el trofeo en Madrid en la 2009/2010. El Juventus, que no vence en la Liga de Campeones desde hace 21 años, ha sido su más fiel representante en los tiempos recientes. Finalista hace dos cursos, ha ampliado sus miras con los refuerzos que encabeza el argentino Gonzalo Higuaín y que completa con Dani Alves, el bosnio Miralem Pjanic, el croata Marko Pjaca o el francés Medhi Benatia.