La Vuelta a España se ha decidido en tierras alicantinas, pero la provincia no necesita de estímulos externos para disfrutar del ciclismo, ya que cuenta con una gran cantidad de rutas urbanas e interurbanas, trazados cicloturísticos y, sobre todo, un clima que permite la práctica de este deporte durante la gran mayoría de meses del año.

El ciclismo se está destapando como un importante atractivo turístico con el que puede contar la provincia. Estos son algunos ejempos de rutas.

Monóvar - La Romana

El trazado discurre por la comarca del Vinalopó Medio. Con una longitud de 16,5 kilómetros, se puede realizar en algo más de dos horas y tiene una dificultad baja-media. A lo largo de la ruta se pueden visitar parajes como el Monte Coto, así como la Casa Museo de Azorín, las ruinas del Castillo de Monóvar, los restos de un molino harinero y otros detalles arquitectónicos, como ermitas y la iglesia de San Juan Bautista.

Villena - Sax

Compensa sus 25,7 kilómetros con una dificultad baja. Se puede realizar en unas 3 horas y media. Parte del camino discurre por la Vía verde del Chicharra, un antiguo trazado de ferrocarril acondicionado como ruta ciclista. Por los alrededores se pueden visitar la atalaya de Villena, el castillo de Sax o el yacimiento de Terlinques, así como los parajes naturales de la Torre, Santa Eulalia y la laguna salada de Salinas.

Granja de Rocamora - El Hondo

El delta interior de la Vega Baja acoge esta ruta de 25 kilómetros con dificultad baja, que puede estar despachada en 3 horas. A lo largo del sendero podemos disfrutar de la sierra de Callosa, el castillo de Santa Bárbara de Cox o las construcciones religiosas de Callosa del Segura. Es una ruta con gran conexión con la naturaleza, ya que pasa por huertas y junto a canales de regadío.

Ciudad

Las rutas no están limitadas al ámbito interurbano. Gracias a las redes de carril bici y cicloaceras, es posible recorrer el espacio urbano, aunque estos trazados requieren extremar la precaución por los vehículos y peatones.