El entrenador del Atlético de Madrid, el argentino Diego Simeone, presentó ayer su libro Creer. El desafío de superarse siempre a partir de palabras que definen al técnico rojiblanco como creer, sufrir, pasión, crisis o pelota.

El libro en el que el argentino repasa en primera persona su carrera deportiva y desgrana las claves de su pensamiento fue presentado ayer en un palco de honor del Vicente Calderón lleno y mediante una conversación entre Simeone y su agente, José Luis Pasqués, que fue introduciendo palabras a las que el rojiblanco respondía con reflexiones.

Creer, la palabra que da título al volumen, abrió la primera reflexión del Cholo, que se definió como «un creyente del día a día».

«Creer en el trabajo, creer en el amor, en los hijos, los amigos. Soy un tipo creyente del día a día. Consideramos que una palabra que sintetiza todo lo que se relaciona con mi vida es creer», dijo Simeone, que explicó en esa misma clave su llegada al Atlético como entrenador, en diciembre de 2011.

«Creo que la llegada al Atlético hace cuatro años y medio nos encontró al club, a nosotros como cuerpo técnico y a los futbolistas en un momento ideal. Las situaciones no suceden por casualidad. Llegamos con una energía enorme, el club estaba en momento difícil pero con fuerza para recuperar lo que siempre fue», explicó.

La clave del «partido a partido», el «trabajo cotidiano» fue lo que permitió, según Simeone, unir al club y la afición. «Se pueden ganar partidos, perder, pero esa relación entre el club, el cuerpo técnico, los futbolistas y la gente es difícil tenerla. Nosotros la tenemos y la tenemos que cuidar», advirtió.

La pelota, el balón, es para Simeone «la razón de mantenerte vivo», aunque ya no sea futbolista profesional aseguró que ver un esférico le ilumina la cara. «Cuando vemos una pelota los ojos se nos van», admitió.

El argentino también incluyó pasión en su diccionario de cabecera. «No entiendo la vida ni el deporte sin pasión. Nos podemos equivocar, cometer errores, estamos expuestos a poder fallar, pero no tolero la no entrega», afirmó.

La crisis es para Simeone el estado en el que mejor se encuentra. «Entiendo que es difícil explicar por qué me siento tan bien cuando hay dificultad (...) Cuando hay crisis la gente se pone nerviosa, acelerada, y probablemente yo hago eso cuando nos toca ganar. Pero cuando nos toca no ganar soy lo contrario, tranquilo, calmado y llego a las mejores conclusiones para resolver las situación», dijo.

En ese mismo sentido se refirió posteriormente a la tensión, entendida como una «ansiedad buena». «Cuando veo a los jugadores light no me gusta», afirmó Simeone, que aseguró que el miedo a fallar le hace estar «más atento, más preparado». «Algunos tienen miedo de decir que existe el miedo», añadió.

El técnico aseguró que en su fuero interno es una persona reservada. «No tengo mucha cantidad de amigos, los que elijo son pocos pero buenos, soy de un grupo cerrado», comentó.

En lo futbolístico, Simeone se reafirmó en su defensa del juego colectivo y puso a los delanteros del Barcelona, el uruguayo Luis Suárez, el argentino Leo Messi y el brasileño Neymar Junior como ejemplo de cómo ser importantes «individual y colectivamente».