El espíritu olímpico ha calado hondo en el jugador castellonense de golf Sergio García, que hoy ha reconocido en Barcelona, donde participa en el European Tour Pokerstars, que le gustaría «repetir la experiencia olímpica en Tokio 2020».

«Si estoy bien físicamente, aunque ya tendré 40 años, podría estar de nuevo. Representar a España y pelear por una medalla para contribuir a que tenga más en el medallero es algo que merece la pena», ha comentado el golfista.

García ha calificado de una «experiencia buenísima» su primera participación olímpica, en los Juegos de Río, de la que dice haber vuelto «orgulloso de la pelea» por conseguir una medalla. «Jugué para ello, pero no salieron las cosas», ha comentado.

Sin llegar a calificar los Juegos Olímpicos como «el quinto grande» del golf, el castellonense sí que ha afirmado que el torneo olímpico «es más importante de lo que muchos decían que iba a ser, ya que todos los que hemos competido teníamos unas ganas locas de ganar una medalla».

García ha recordado de su experiencia olímpica el «subidón de adrenalina» que le supuso la entrada en Maracaná durante la ceremonia de inauguración y la «sorpresa» que le produjo comprobar la cantidad de deportistas españoles que le siguen.

El castellonense retomará la competición la próxima semana en Boston e Indianápolis, para después intentar estar entre los 30 golfistas que disputen el Tour Championship de Atlanta, la competición previa a la Ryder Cup y que cerrará el PGA Tour. Antes de volver a los campos, el jugador se someterá a una resonancia magnética en su rodilla izquierda, que se le carga «cada tres o cuatro torneos seguidos». El resultado de las pruebas marcará su calendario a final del año, en función de si debe someterse o no a una artroscopia.