La delegación olímpica española, casi al completo, ya está en casa con sus 17 medallas: siete oros, cuatro platas y seis bronces. Cientos de aficionados y familiares de los deportistas se desplazaron ayer hasta el Aeropuerto Adolfo Suárez de Madrid para dar la bienvenida a sus héroes. Entre los más aclamados, los jugadores de baloncesto de la llamada ÑBA, que se subieron al podio por terceros Juegos consecutivos. Frente a las dudas sobre el futuro y la continuidad de esta «generación de oro», el base Ricky Rubio apuntó que «es una medalla de bronce que vale oro». «Ahora toca disfrutar y veremos cómo llegan físicamente todos el año que viene. Esta generación ha dado muchísimo y esperemos que pueda dar mucho más», añadió.

Por su parte, el pívot Felipe Reyes explicó que el bronce «ha costado mucho y ha sido muy trabajado», aunque se negó a considerarlo el final de la mejor generación en la historia del baloncesto español. «Está claro que el oro es el oro, pero nos vamos muy contentos. Siempre que termina el campeonato con medalla te vas muy contento», dijo Reyes en su llegada al aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, donde se le preguntó si supone el final de la actual generación. «No sé, ya veremos», se limitó a contestar.

Mientras, Sergio Rodríguez apostilló que «tal y como han sido las circunstancias, el bronce ha sido magnífico». Tampoco quiso plantearse su futuro José Manuel Calderón. «Es tiempo de disfrutar y ya veremos más adelante. Ha sido un bronce muy peleado, pero no esperábamos nada fácil. Son unos Juegos, solo vamos doce equipos. Empezamos mal, pero al final hemos demostrado el tipo de equipo que somos», subrayó el nuevo jugador de Los Angeles Lakers.

En cuanto al equipo femenino de baloncesto, la pívot española de origen senegalés Astou Ndour no duda en calificar la plata lograda en Río como el «inicio de la generación dorada» del baloncesto español porque, según ella, viene detrás una hornada de jóvenes valores.

Entre los deportistas más aclamados a su llegada a Barajas también estuvieron el piragüista Saúl Craviotto -oro y bronce- y su compañero en el K2 Cristian Toro, así como la saltadora de altura Ruth Beitia, primera atleta española campeona olímpica, la jugadora andaluza de bádminton Carolina Marín y el ciclista de mountain bike Carlos Coloma.