INFORMACIÓN reunió en el Museo de Vehículos Antiguos Valle de Guadalest a tres generaciones de pilotos alicantinos con el denominador común de que los tres consiguieron títulos nacionales e internacionales. Ramiro Blanco, de 82 años de edad, fue campeón de España en 1963 de 125 cc y en 1966 de 250 cc.; Batiste Borja (Altea, 1970) Campeón de Europa de 125 cc. en 1992; y Nico Terol (Alcoy, 1988) Campeón del Mundo de 125 cc en 2011.

La cita se estableció con el fin de que Ramiro Blanco donase al Museo el mono de cuero y el casco con los que corrió en 1966 en la última carrera del Campeonato de España celebrada en Sevilla y en la que consiguió el titulo en la cilindrada del cuarto de litro. Estas dos piezas llevaban un tiempo expuestas en las instalaciones de Guadalest cedidas por el propio piloto quien tras meditarlo decidió regalárselas personalmente a Ricardo Fracés, propietario del Museo. Para celebrarlo se había organizado una comida en el restaurante anexo a la exposición de motos antiguas con la familia (su esposa y su nieta) del piloto. Pero para sorpresa de Ramiro y de Ricardo, se presentaron allí Nico Terol y Batiste Borja, cuya presencia no estaba prevista y que habían sido convocados por este periódico para que acompañasen al campeón alicantino en este acto protocolario.

Allí estaban presentes los máximos exponentes (junto al fallecido José Medrano) de los últimos 50 años del motociclismo en nuestra provincia. Un deporte que levanta pasiones y al que siguen un gran numero de aficionados. Un campeón de España, uno de Europa y uno del mundo. La jornada dio para mucho y fueron infinidad de anécdotas las que salieron a relucir poniéndose de manifiesto los grandes cambios que ha sufrido la competición motociclista a lo largo del último medio siglo.

A Terol y Borja les sorprendió la ligereza del mono y la falta de protecciones con respecto a las que usan los pilotos hoy en rodillas, codos, hombros y espalda. El casco tampoco tiene nada que ver con los modernos modelos integrales actuales. Este es uno de la marca británica Cronwell que era el que utilizaban la totalidad de grandes pilotos mundiales y que en la España de la época estaba al alcance de muy pocos pilotos, la mayoría de los cuales se tenían que conformar con uno de la marca nacional Prats que era una réplica del Cronwell pero fabricado en corcho prensado.

Ramiro se retiró a finales de los 60 para volver dos décadas después, con más de 40 años cumplidos, para participar en carreras nacionales más por diversión que por aspiraciones deportivas pero sus buenos resultados en el Campeonato de España le llevaron a participar como invitado (lo que hoy se llama wild card) en un GP en el circuito del Jarama. Esta participación motivo de que Blanco pasase a la historia como el piloto de mayor edad que ha participado en una carrera puntuable para el mundial ya que corrió ese GP con 56 años cumplidos.

Borja si que lo vio correr en su segunda etapa y lo recuerda «como un ejemplo para los mas jóvenes ya que ver a ese señor mayor con un estilo tan fino y depurado con pilotos que podían ser nietos suyos era motivo de admiración. Aunque yo ya había oído hablar de él a mi padre, gran aficionado a las carreras y admirador suyo». Nico no llegó a verle correr pero tiene un especial recuerdo de él «ya que la primera vez que rodé con una moto en asfalto fue en su circuito de Bacarot que era el lugar en que entrenaba en los inicios de mi carrera deportiva».

Otro hecho diferenciador entre las distintas épocas es que tanto Borja como Nico tuvieron multitudinarios recibimientos en Altea y en Alcoy con motivo de sus campeonatos, mientras que el de Ramiro apenas tuvo repercusión en los medios, «tan solo un anuncio de publicidad que Eduardo García Mira, el concesionario oficial Bultaco en Alicante, insertó en la prensa en el que se decía que yo era el campeón de España», recuerda el piloto.

La jornada finalizó con una comida a la que también se sumaron el expiloto de Alcoy Santiago Botella y el valenciano César Gracia en la que salieron a relucir infinidad de anécdotas que ponen de manifiesto la excelente salud de este deporte en el que en 1966 Ramiro Blanco se coronaba campeón de España en un circuito urbano en Sevilla; en 1992 Batiste Borja conseguía el título europeo en el legendario circuito italiano de Monza y en 2011 en el Ricardo Tormo de Cheste, ante más de 100.000 espectadores, Nico Terol entraba en la historia al ser el primer alicantino que se proclamaba campeón del mundo.