La saltadora de altura Ruth Beitia tendrá ocasión, en la madrugada del domingo (1.30), de luchar por ver realizado el único sueño que le queda por cumplir en 27 años de carrera, la medalla olímpica, tras pasar a la final con una marca de 1,94, la requerida para acceder a la lucha por el título. La cántabra, que cree «un regalo de la vida» poder disputar sus cuartos Juegos, renunció a 1,80 para debutar en 1,85. Luego superó limpiamente la vara en 1,89 y 1,92.