La saltadora de altura española Ruth Beitia emite felicidad por los cuatro costados y con ese talante, positivo, afronta su puesta en escena en Río 2016, sus cuartos Juegos Olímpicos, que considera como un regalo de la vida. Beitia, que puso en marcha una retirada de la que después se arrepintió, lidera el equipo español de atletismo. Sus grandes logros de los últimos tiempos, como el reciente Campeonato de Europa de Amsterdam o las llamativas actuaciones en las pruebas de la Liga de Diamante llenan de optimismo sus expectativas. Beitia admite que es una de las bazas de España para alimentar su medallero: «No tengo nada de presión. Ramón Torralbo [su entrenador] y yo queremos volver a competir. Lo estamos deseando. La vida me ha dado una nueva oportunidad», afirmó ayer la saltadora cántabra.