Cuando se colgó el bronce en Londres 2012, la guipuzcoana Maialen Chourraut salió con cierto sabor agridulce porque se le había escapado la gloria absoluta. En ese momento comenzó a pasar por su cabeza un reto si cabe mayor: ser madre y demostrar que se podía continuar en la elite para, incluso dar el salto a la gloria dorada olímpica. Nacida en Lasarte el 8 de marzo de 1983, aquella niña que comenzó a practicar el piragüismo como afición en la playa de La Concha con 15 años, que incluso se «despistaba» cuando había que ayudar a su padre en la librería, comenzó un proyecto de enjundia junto a su pareja, Xabi Etxaniz, que también es su entrenador y el responsable técnico del área de slalom de la Federación. Cuando empezó y veía a los pioneros del slalom español, incluido Etxaniz, pensaba que los Juegos no eran para ella, pero su perfecto descenso de ayer ratificó todo lo contario. efe río