La selección española femenina de baloncesto se impuso ayer a China con claridad (68-89) en el tercer partido de los Juegos después de un duro comienzo que necesitó de una reacción comandada por una incombustible Alba Torrens, que agigantó las diferencias en el último cuarto para terminar con 32 puntos.

Chinas y españolas se volvieron a ver las caras tras el reciente 43-77 del Preolímpico favorable a las de Lucas Mondelo. Sin embargo, los miembros del conjunto nacional avisaron de que el duelo en Río sería mucho más duro, y no se equivocaron.

En un bagaje de puntos corto al comienzo, con los ataques bastante atascados, Alba Torrens cogió galones de nuevo para engrasar la maquinaria. Sin embargo, los grandes números de la mallorquina se toparon con el gran porcentaje de acierto de las lanzadoras chinas, que hicieron saltar las alarmas abriendo una brecha de cierto grosor mediado el segundo cuarto.

Pero de la mano y el acierto de Torrens, las hispanas cerraron su triunfo esquivando un final agónico y tomaron ventaja por el segundo puesto del Grupo B que da acceso a cuartos de final, que tan caro se presenta teniendo en cuenta el previsible dominio en la prueba de las estadounidenses. El combinado español sumó así su segundo triunfo de tres posibles.