No va más para la ÑBA. Después de dos inesperadas y dolorosas derrotas ante Brasil (65-66) y Croacia (70-72), la selección española masculina de baloncesto debe ganar esta medianoche a Nigeria para no decir adiós al sueño de una tercera final olímpica consecutiva y poner un triste broche a la «generación de oro» del básquet hispano.

España se ha complicado seriamente la vida en Río con estos dos tropiezos en el grupo B del torneo olímpico y ahora está obligada a ganar a los tres rivales que quedan en el camino: Nigeria, Lituania y Argentina.

Nadie esperaba que la selección española, reciente ganadora del Europeo en París, ofreciera un rendimiento tan bajo y desconcertante en la competición olímpica con la nómina de jugadores que Scariolo tiene a sus órdenes, por mucho que haya tenido serias opciones de ganar los dos partidos.

Frente a Croacia el comienzo del partido y los tres primeros cuartos fueron esperanzadores y con muy buenos momentos de Pau Gasol, Mirotic y Sergio Rodríguez. Pero el último cuarto fue «horrible», como lo definió el seleccionador nacional, y el equipo se hundió de manera inexplicable. Peor aún jugó la ÑBA contra Brasil en un partido en el que siempre fue a remolque y sólo al final se entonó un poco y aprovechó los errores del carioca Marcelinho Huertas para apretar el marcador hasta el final.

Con todo, Scariolo, se mostró confiado en la progresión que aún dará su equipo para lograr un billete a cuartos para el que todavía dependen de sí mismos. «Dependemos de nosotros para llegar a cuartos, incluso no como cuartos de grupo. Perder de uno con un palmeo en su cancha contra Brasil entra dentro de lo que podía ocurrir. Ahora estamos sin margen pero todos sabemos cómo vivir estas situaciones. Hay que prepararse bien, pero no nos podemos volvernos derrotistas», indicó.

El técnico italiano no mostró ni una duda sobre las opciones de una España que no encuentra fluidez en ataque. «Nos falta fluidez, no hemos alcanzado ese ritmo que nos haría subir nuestros porcentajes de tiros».