El nadador estadounidense Michael Phelps agigantó todavía más su leyenda, tras alcanzar ayer su vigésimo quinta medalla, la vigésimo primera de oro, en unos Juegos, tras imponerse este martes en las finales de los 200 mariposa y 4x200 libre-

Triunfos que permiten a Phelps, el mejor nadador de todos los tiempos, sumar su tercera medalla, todas ellas de oro, en Río de Janeiro, las mismas que acumula ya la húngara Katinka Hosszu, que dio un nuevo paso para coronarse como reina de los Juegos, tras vencer en la final de los 200 estilos. Un título que sólo parece en disposición de discutir a la magiar la estadounidense Katie Ledecky, que suma también tres medallas en estos Juegos, aunque sólo dos de ellas de oro, tras imponerse en los 200 libres.

Títulos que ya se quedan cortos para Michael Phelps, que ayer añadió dos nuevas medallas de oro a su ya extenso palmarés, entre ellas la lograda en los 200 mariposa, con la que el estadounidense se resarció de la derrota sufrida en hace cuatro años en Londres.

Phelps pudo tomarse, por fin, la revancha sobre el sudafricano Chad Le Clos, el hombre que le arrebató el primer puesto del podio en la capital británica por sólo 5 centésimas, y que hoy sólo pudo ser cuarto en Río.

El hundimiento de Le Clos en el ultimo largo lo aprovechó el Masato Sakai, que se colgó la plata tras protagonizar un espectacular último largo que le permitió pasar de la sexta a la segunda plaza. Completó el podio el húngaro Tamas Kenderesi, el hombre que batió a Phelps en las semifinales, que se alzó con el bronce con un tiempo de 1:53.62. Primera medalla de oro de la noche para un Phelps que apenas una hora más tarde condujo al equipo de relevos estadounidense de 4x200, integrado por Connor Dwyer, Townley Haas, Ryan Lochte y el propio Phelps al triunfo. Igualmente intratables se mostró húngara Katinka Hosszu, tras colgarse su tercera medalla de oro al imponerse en la final de los 200 estilos.