El Orihuela vivió una noche inolvidable en la que más allá de enfrentarse a un rival de nivel como el Elche y del resultado, quedará en el recuerdo de todos los aficionados el momento especial en el que el único jugador que queda con vida de los que defendieron la camiseta del Orihuela Deportiva en los años 40, hizo el saque de honor del encuentro ataviado con la camiseta gris que vestían en aquella época y que también vistieron los jugadores oriolanos. En esta ocasión como homenaje a Ignacio Zamora «Zamorita», un futbolista que pese a que se retiró con tan solo 27 años por una lesión, llegó a jugar en Primera.

Con respecto al partido, la primera parte fue muy igualada, con dominio alterno y sin ocasiones claras de gol. Los dos equipos intentaban proponer y se alejaban de posibles especulaciones. Ambos tocaban el balón con criterio y trataban de presionar y pelear para recuperarlo cuando no lo tenían. De ahí que apenas huiesen remates peligrosos.

En la seguna tiempo, con cambios por ambos equipos, hubo unos minutos de claro dominio escorpión que llegó a encerrar al Elche en su campo. En ese periodo tuvo Sebas la ocasión más clara, pero su remate se marchó desviado cuando se encontraba solo ante el guardameta David. Posteriormente, el dominio cambió de dueño y fue el Elche el que agobió a los locales en unos minutos en los que Kilian tuvo su ocasión que despejó Emilio.

A partir de ahí, el dominio fue alterno, con un Elche que se vio sorprendido por la fluidez, buen posicionamiento y falta de complejos de un rival de dos categorías inferiores. Pese a todo, el Elche gozó en los minutos finales de las ocasiones más claras, aunque se dejaba entrever la impotencia que en ocasiones azotaba a los franjiverdes.