Cuatro años para llegar y apenas uno días para decir adiós. Es la magia de los Juegos Olímpicos. En Río de Janeiro, algunos de los deportistas favoritos a resistir hasta el final en sus competiciones y subir al podio con un metal en el cuello, como Djokovic y las Williams, ya han probado el amargo trago de la despedida. Otros, como Neymar, están cerca.

Brasil no disfruta con el fútbol

Brasil, país futbolero por definición, se acuesta todos los días indignado porque su selección no funciona. En el estadio Mané Garrincha los aficionados movían la cabeza de lado a lado el domingo. Brasil no entusiasma, no tiene estilo ni rumbo. Cada uno hace la guerra por su cuenta. Irak le pudo incluso pintar la cara con un balón al palo, que habría sido una estocada «mortal». En contextos duros, los líderes pagan el barullo. Y le toca a Neymar, como capitán. Neymar no hace gracia. Brasil camina noqueada por los Juegos Olímpicos en su casa y con riesgo de caer incluso a las primeras de cambio si Dinamarca, en el tercer partido, anda entonada.

El que ya se ha ido, llorando, es Novak Djokovic. Se fue del recinto olímpico, con la mirada clavada al suelo y de vacío, resignado a asimilar «una de las derrotas más duras» de su carrera tras perder con Del Potro (7-6(4), 7-6(2)). Solo el oro deja al margen al serbio del olimpo. Río fue su tercer intento. Una nueva frustración. Una ocasión que se escapa. La imagen de Djokovic y Del Potro en la red, abrazados, será una de las sensaciones de los Juegos. El dominador del tenis mundial en busca de consuelo. «Es una de las derrotas más duras de mi vida, de mi carrera», reconoció. «Del Potro fue mejor que yo. En los puntos importantes jugó de forma extraordinaria. Hay que felicitarle», asumió el tenista balcánico, que encajó su quinta derrota en toda la temporada.

Por otro lado, tas tenistas estadounidenses Serena y Venus Williams quedaron eliminadas en la primera ronda tras caer a manos de las checas Lucie Safarova y Barbara Strycova (6-3 y 6-4). Las americanas, campeonas olímpicas en Sidney 2000, Pekín 2008 y Londres 2012, no pudieron plantar cara al tándem checo, que estuvo muy acertado en los momentos decisivos del duelo. La derrota es la primera de Venus y Serena en el torneo olímpico desde su debut.