La eliminación de Laura Gómez y Sugoi Uriarte dejan a la judoca alicantina María Bernabéu como la gran esperanza española para conseguir una medalla en los Juegos. La deportista del Ozone De Frutos competirá el miércoles en la categoría de menos de 70 kilos y su confianza es máximo no sólo para subir al podio sino para lograr la medalla de oro.

La judoca española Laura Gómez cayó ayer en octavos de final de la categoría de -52 kg ante la rumana Andreea Chitu en los Juegos Olímpicos de Río, después de que la actual subcampeona mundial de la categoría y favorita al oro la doblegase por «ippon», por lo que se despide de la cita olímpica igual que Sugoi Uriarte, que sucumbió en dieciseisavos tras caer en -66 kg ante el azerbaiyano Nijat Shikhalizada.

La valenciana, de 32 años, sufrió un «yuko» de su oponente a los 20 segundos de iniciarse el combate, un percance que no frenó su ambición. Sin embargo, sólo unos segundos después sufrió un «waza-ari» que le dejaba a sólo uno más de la eliminación. Este llegó a dos minutos del final, poniendo fin a la participación de la española.

Antes, Gómez debutaba con victoria por «ippon» ante la turkmena Gulbadam Babamuratova. La primera de las victorias del judo español la firmó la valenciana, en un combate que tuvo que ser detenido para que fuese atendida de una herida en la nariz. Gómez, que hacía su debut olímpico, regresó al «tatami» del Arena Carioca 2 ataviada con una venda en la cara.

A pesar del «yuko» inicial de la asiática, favorita en el combate, la española mantuvo la calma y, a falta de un minuto para el final realizó un «ippon» que le otorgó finalmente la victoria.

En la modalidad masculina, una de las principales opciones de medalla de la delegación española, el vitoriano Sugoi Uriarte, no pudo quitarse la espina de Londres -donde perdió el bronce en el último combate- y cayó en -66 kg ante el azerbaiyano Nijat Shikhalizada. Uriarte, marido de la anterior, cayó derrotado por un «yuko» de su oponente a falta de menos de dos minutos para el final, lo que le dejó sin opciones de repesca y le hace despedirse del torneo a las primeras de cambio. Este revés le impide reeditar o mejorar el quinto puesto que logró en Londres.