El entrenador español Roberto Martínez aterrizó ayer en Bruselas para estrenarse como seleccionador de Bélgica, una etapa en la que luchará para que «Los Diablos Rojos» se clasifiquen para el Mundial de 2018 y en la que trabajará para «aprender a jugar con las altas expectativas».

Con una larga experiencia en la Premier League inglesa -Everton, Wigam, Swansea-, Martínez dijo en su presentación oficial en la sede de la Unión belga de fútbol que asume este cargo «con humildad» y consciente de que «el verdadero reto es que [la selección de Bélgica] es uno de los mejores equipos en el mundo».

Martínez sucederá a Marc Wilmots, del que la federación belga prescindió por «no alcanzar los objetivos» que se había fijado en la Eurocopa, en la que fue eliminada por Gales en cuartos de final, a pesar de que Bélgica está en estos momentos en lo más alto del ránking del fútbol mundial.

El catalán, de 43 años, se estrenará como seleccionador belga el próximo 1 de septiembre frente a España, un partido que fue aplazado por motivos de seguridad tras los atentados París el pasado noviembre. «Estrenarme contra España es un guiño del destino y ese partido será un verdadero test», afirmó.