La antorcha olímpica llegó ayer a Río tras tres meses de recorrido por todo el mundo y a solo dos días de la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos. La llama abandonó la ciudad de Niterói para alcanzar Río a través de la bahía de Guanabara en una embarcación tripulada por varios medallistas olímpicos de Brasil. Los veleristas Torben y Graen entregaron la llama al alcalde, Eduardo Paes, ante el gobernador estatal, Francisco Dornelles, y el presidente del Comité Olímpico Brasileño, Carlos Nuzman.