Amnistía Internacional ha denunciado hoy en Valencia la "constante" violación de los derechos humanos en Brasil, y ha pedido que la seguridad en los Juegos Olímpicos que se disputan el próximo mes, "sea para todos y no solo para las elites deportivas y su entorno".

Con motivo de la instalación de un ficticio set de tiro olímpico abierto al público en Valencia por la próxima celebración de los Juegos, esta ONG ha denunciado que desde que Río de Janeiro fue elegida sede olímpica en enero de 2009 y hasta diciembre de 2015 se han registrado 2.469 víctimas de homicidio a manos de la Policía.

En el año de la Copa del Mundo de fútbol (2014) un total de 580 personas murieron a manos de la Policía en el estado de Río de Janeiro, y en 2015 en el mismo estado, la cifra se elevó a 645 víctimas, según Amnistía Internacional.

Por ello, ante el comienzo de un acontecimiento deportivo de tal magnitud, Amnistía Internacional ha reclamado que la seguridad no suponga la muerte indiscriminada de víctimas inocentes y reivindica que sea para todos.

Hoy en Valencia se desarrolló la campaña "No pase olímpicamente", que pretende demostrar a la sociedad la "otra cara" de los Juegos Olímpicos.

La coordinadora del área de trabajo para mujeres en Amnistía Internacional de la Comunitat Valenciana, Carmen Soto, ha señalado que acciones como la de hoy y la recogida de firmas "deben servir para presionar a las autoridades del país y a los organizadores" de los Juegos para que prevengan "contra el uso excesivo de la fuerza".

"Queremos que Brasil deje de ser campeona en homicidios y bata récords en defensa de los Derechos Humanos", ha manifestado Soto.

Las personas que han pasado por el set ficticio instalado en la plaza de la Virgen de Valencia se han encontrado con la realidad de Brasil tras el último disparo de la prueba: unas cifras de violencia "escalofriantes", ha indicado la organización.

El objetivo de esta acción es trasladar la realidad de un país como Brasil, donde convivirá por unas semanas la élite deportiva con las máximas medidas de seguridad, junto a una inmensa mayoría de ciudadanos que no tienen garantizados sus derechos más básicos.

Tras la campaña, se ha repartido información de la labor que presta Amnistía Internacional en todo el mundo y se han recogido firmas para denunciar "la desproporcionada violencia policial" en Brasil, amparada, según las fuentes, en planes de "seguridad pública"