Alemania, tras una agónica tanda de 18 penaltis, acabó con la maldición frente a ItaliaItalia, ganó su primer partido oficial y jugará la semifinal, el 7 de julio, en Marsella, contra el ganador del Francia-Islandia.

La tanda de penaltis reflejó un encuentro con mucha más tensión que acierto. Al final, lo resolvió Manuel Neuer, que detuvo el penalti de Matteo Darmian y Hector Jonas, que marcó el decisivo. Hasta ese momento, estos cuartos de final con sabor a partido grande defraudaron porque, temerosa de la historia Alemania, que nunca le ha ganado a los «azurri» en competición oficial, y respetuosa de los galones del campeón del mundo Italia, los dos gigantes europeos tomaron excesivas precauciones.

En el caso de los de Joachim Löw, éstas comenzaron por el once inicial, con la entrada de Benedikt Höwedes en defensa, en lugar de Julian Draxler. Alemania no fue reconocible, tuvo el balón pero no combinó. Italia sí, trató de ejercer la misma presión alta que ahogó a España, pero sobre todo, quiso reducir al máximo los errores. Entre las dos, ofrecieron un pobre espectáculo.

Löw no quiso arriesgar ni tras la lesión de Sami Khedira, al cuarto de hora. Sacó a Bastian Schweinsteiger para mantener el músculo en el centro del campo. Sólo tras 40 minutos de pases previsibles y de robos de balón inocuos, Alemania e Italia comenzaron a crear algo de peligro.

Los campeones del mundo se acercaron a la meta de Gigi Buffon con un remate de cabeza alto de Mario Gómez y tuvieron la mejor ocasión con un fallido disparo de Thomas Müller desde el centro del área, dos minutos después.