Un gol en propia meta del defensa Birkir Saevarsson, en el minuto 88, al tratar de sacar un centro casi sobre la línea de gol, frustró el sueño islandés que ya se veía en octavos, ronda que casi asegura Hungría con el empate. Hasta ese instante, la fiesta islandesa era completa, alimentada por otro error, en este caso del «abuelo» del torneo, el meta Gabor Kiraly, que primero despejó mal un balón y luego cometió penalti. Pero pase lo que pase, el meritorio transcurrir por la Eurocopa 2016 ya es histórico.