Cleveland Cavaliers ha forzado el séptimo y definitivo partido de las finales de la NBA tras imponerse ayer, con una excepcional actuación de LeBron James, a Golden State Warriors (115-101), que terminó con Stephen Curry desquiciado y expulsado, por lo que el anillo se decidirá en la próxima madrugada en el Oracle Arena. Igual que hiciera en el quinto partido, LeBron se cargó al equipo a la espalda para dejar todo para el domingo a las 2.00 hora española. James firmó un espectacular 'doble-doble' de 41 puntos y 11 asistencias, además de ocho rebotes, cuatro robos de balón y tres tapones. ep