Irlanda del Norte logró una victoria histórica, su primera en una Eurocopa, al superar de manera brillante a una inoperante Ucrania que se complica mucho así su permanencia en el torneo al sufrir su segunda derrota consecutiva. Un gol de McAuley nada más comenzar la segunda parte y otro de McGinn en el último suspiro del partido fue la merecida recompensa que logró el combinado norirlandés por el imponente juego físico y correoso que desplegó durante todo el encuentro.