Polonia logró lo que nadie parecía conseguir, privar de la victoria a la campeona del mundo, Alemania, que se chocó contra un rival correoso y no supo desenmarañar su estructura defensiva, por lo que firmó el primer empate a cero de la competición. Las dos selecciones encabezan el grupo C empatadas con 4 puntos, pero ninguna tiene asegurada la clasificación. Los germanos tendrán que buscarla en la última fecha contra Irlanda del Norte, que venció a Ucrania, frente a quienes la tendrá que perseguir Polonia. Tanto a germanos como a polacos les valdrá con el empate.

La Polonia de Lewanndowski, que ya había logrado derrotar a los germanos en la fase de clasificación para esta competición, volvió a demostrar que goza de una buena generación de futbolistas. No fue un empate desmerecido y no lo hubiera sido tampoco la victoria si su delantero Arkadiusz Milil hubiera aprovechado alguna de las dos grandes ocasiones que dispuso.

Apostó Joachim Löw por un equipo más dinámico en el ataque, con Drexler y Götze asociados a Müller, su hombre fetiche pese a que en los europeos no goza de la misma eficacia que ha demostrado en los Mundiales. En el centro del campo, reincidió en el triángulo Khedira-Kroos-Özil, pero en ningún momento lograron desestabilizar la estructura que montó para detenerlos el polaco Adam Nawalka, que consiguió a base de táctica y abnegación reducir la distancia que sobre el papel le separa de Alemania.

Un armazón con el que plantó cara a los campeones del mundo con descaro, sin achicarse ante un rival que busca levantar su cuarta Eurocopa, mientras que los polacos apenas habían acabado de celebrar su primer triunfo en un europeo a la séptima intentona.