El 1 de mayo Santiago Brian logró el ascenso a Segunda Nacional con el filial masculino del CD Agustinos. Apenas dos semanas después subió con el primer equipo femenino a División de Honor Plata, la segunda categoría del balonmano nacional. Todo un hito el que ha conseguido el técnico alicantino. «Es algo muy complicado, sólo yo sé cómo me las he visto para entrenar a los dos conjuntos y conseguir el ascenso con ambos», explica el entrenador.

Brian asegura que ha vivido los últimos días «de forma especial». «Nunca había intentado un reto así en mi carrera. Estoy contento, sobre todo con el trabajo de los jugadores de los dos equipos, son los que han hecho posible conseguir un éxito así», sostiene antes de desvelar la receta de su gesta: «Hace falta mucho esfuerzo y dedicación. Tenía un entrenamiento detrás de otro y los fines de semana compaginaba dos partidos. Sólo una vez se me solaparon los dos equipos y mandé al segundo técnico con los chicos. La clave es hacer las cosas con ilusión, así se superan los retos».

El entrenador llegó de la mano de Óscar Gutiérrez al Agustinos para encargarse del segundo equipo masculino. «Luego surgió la posibilidad de entrenar también al primer equipo femenino. Sabía que sería un esfuerzo muy grande pero me agradó mucho la idea porque ya conocía el balonmano femenino y a varias de las jugadoras», confiesa.

El ascenso a División de Honor Plata del femenino no fue una empresa sencilla. La fase final tuvo lugar en Almería, ciudad en la que las chicas del Agustinos se presentaron tras ganar sus 18 partidos de la temporada. En la localidad andaluza lograron otro pleno de triunfos, tres de tres, para dar el salto a la segunda categoría del balonmano español. Ahí serán un recién llegado pero tendrán una gran ambición para conseguir que Alicante vuelva a tener lo más pronto posible un equipo en la élite de un deporte que le ha dado muchas alegrías.

Antes de ascender con las chicas, Brian subió al filial masculino. Tras obtener la plaza en la Liga provincial, jugaron el play off como locales en Alicante. Uno de los partidos de esta fase de ascenso les enfrentó contra el Vinaroz, en el encuentro de triste recuerdo por la brutal agresión que sufrió el árbitro. El último duelo fue contra el Puçol y la victoria permitió a los pupilos de Brian celebrar el éxito delante de sus aficionados, en una jornada de enorme alegría.

El entrenador se felicita, más allá de los ascensos, por el buen presente que ofrece el Agustinos como club, tanto en sus primeros equipos como en la cantera. «La situación de la entidad es formidable, tanto en los conjuntos masculinos como en los femeninos. Nuestros cadetes han ganado también su sector y van a disputar la final nacional. La consistencia de nuestra base es enorme. Contamos con muchos niños que nos permiten tener una estructura sólida. Cada año tenemos un número mayor de conjuntos», suscribe.

La tradición del balonmano también sirve como acicate de cara al futuro para el Agustinos y Brian. «Existe una popularidad a nivel social, con equipos brillantes en nuestra historia. Así que hay ilusión para que el proyecto salga adelante y un gran estímulo para los jóvenes», concluye el hombre de los dos ascensos.