Turín se rindió al «Escualo del Etna», Nibali (31 años), y a los otros dos integrantes de un podio en el que estaba el colombiano, con cara de niño, llamado Esteban Chaves (26) y el gran «Balaverde», Alejandro Valverde (36).

El trío victorioso de un Giro de Italia en el que se ha corrido cada etapa como si fuera un auténtica clásica de primavera por carreteras belgas y holandesas. El italiano, que hereda el cetro de Alberto Contador, conquista su segundo Giro tras devorar en el col de la Lombarda a un «chavito» al que el oxígeno no le llegaba a los pulmones cuando ya rozaba la gloria.

En los últimos siete años, ha quedado ocho veces entre los tres primeros de las grandes vueltas, lo que demuestra que Nibali es un grande, como lo es también el murciano Alejandro Valverde, que en su debut en la prueba transalpina logró vencer en la cima de Andalo y pisa podio como ya lo había hecho en la Vuelta y en el Tour de Francia. Fue el único que capaz de tumbar a Nibali en este Giro, en el Fai della Paganella, un puerto denominado de segunda categoría de forma engañosa, en el que hasta ahora solo había ganado Eddy Merckx en 1973.

Nibali estuvo en un momento de la carrera a 4 minutos y 43 segundos del líder, el holandés Kruijswijk, pero renació de sus cenizas a la misma velocidad que un coche de su equipo, al que se agarró, le llevó en una etapa de la Vuelta a España de la que fue expulsado. En el camino, dejaron paso los enfermos Mikel Landa y Dumoulin, que se fueron a casa durante la prueba; un Kruijswijk que siendo el más fuerte perdió todo en la penúltima etapa de montaña, tras caer en el túnel de hielo que era el Agnello; un exigido Chaves al que la debilidad impidió que sus piernas pudieran pedalear al ritmo de su gran rival; y, un Valverde, al que el mal de altura no le dejó rendir al nivel máximo y dejó escapar una buena oportunidad de llevarse la maglia rosa para casa.

Como actores secundarios destacar a Mikel Nieve, ganador del jersey azul, que premia a los mejores escaladores, y de una etapa, y al ibense Rubén Plaza, que en su debut en el Giro, con 36 años, intentó ser protagonista de manera individual protagonizando una escapada que no llegó a meta y estuvo al lado de Chaves en la jornada en la que el colombiano se puso de líder. El Giro terminó y espera el Tour. En la «Grande Bouclé» los protagonistas serán otros y la forma de subir los puertos diferente.