Además de por David Ferrer y Silvia Soler, Torrevieja y la provincia de Alicante están representados en el polvo de ladrillo más célebre del mundo, ya que el cuadro júnior del Roland Garros parisino contará con la participación de Nicola Kuhn, joven de 16 años cuya familia es de origen alemán pero llevan muchos años afincados en la ciudad salinera de la Vega Baja.

La pena es que no le puede acompañar la tenista también torrevejense Eva Guerrero, otra gran promesa que partía con aspiraciones, pero que acaba de sufrir una rotura abdominal que aparca su fervor competitivo hasta la hierba de Rodhampton y Wimbledon.

En cuanto a Nicola, ha vivido en Torrevieja desde los 3 años y tiene la nacionalidad española. No obstante, el país germano le tentó para competir, pero sabiendo que es un diamante en bruto, tanto el Consejo Superior de Deportes español como la Liga de Fútbol Profesional, en un acuerdo de patrocinio inédito que impulsa sinergia del balompié con otras modalidades, le convencieron a final de 2015 para continuar siendo un «guerrero hispano».

En pleno desarrollo físico y personal, alcanza ya el 1'83 de estatura y pesa 71 kilos, siendo su mentalidad, alegre y perseverante, una de sus mejores bazas. «Debo mejorar todas las facetas de mi juego, ya que soy muy joven y tengo que aprender mucho todavía», reconoce, no obstante. «Es mi primera vez en Roland Garros. No la calificaría como mi superficie favorita porque me gustan todas, y creo que me adapto bien a cualquier terreno», añade con ilusión. Sobre sus expectativas en París, donde debuta este domingo, apunta que «son jugar bien y llegar lo más lejos posible».

Sobre los primeros espadas del cuadro sénior explica que idolatra a Novak Djokovic, Rafa Nadal y al alicantino David Ferrer. «A Ferrer ya le conozco bien y a Djokovic lo vi en el Abierto de Estados Unidos y en Australia, y ahora me gustaría conocer personalmente a Rafa».

En cuanto a su día a día, Nicola confiesa que de vez en cuando juega a fútbol y baloncesto y entrena a diario su tenis en la Academia Equelite de Juan Carlos Ferrero, en Villena, donde suele quedarse a dormir.

Sobre sus aspiraciones, Khun admite que le gustaría algún día ser número 1 del mundo y ganar el mayor número de títulos posible. «Evidentemente, también sueño con ganar algún día Roland Garros, pero sé que tengo que trabajar muy duro para cumplir mi sueño, y que el camino hasta allí es muy largo».

En cuanto a Eva Guerrero, que reside en el Centro de Alto Rendimiento de San Cugat en Barcelona, aprovechará este parón forzado para trabajar con el fisio y acometer los exámenes de primero de Bachillerato. Sus últimos resultados, además, le han aupado al 26º puesto del ranking júnior internacional, con lo que tiene asegurada su presencia no sólo en Wimbledon, sino también en los próximos cuadros finales júnior de Grand Slam como el U.S. Open y en el próximo Abierto de Australia, en el que ya jugó a comienzo de este año.