El Orihuela se queda sin jugadores y cierra por vacaciones. Una vez que ha terminado la Liga regular sin ninguna opción de que se prolongue la temporada con la disputa de partidos de play off de ascenso, debido a que no se clasificó para ello, el club que preside Antonio Felices ha quedado totalmente desmantelado, ya que todos sus jugadores y cuerpo técnico tenían contrato hasta el presente mes de mayo.

A día de hoy, todos ellos se han marchado a sus residencias y han quedado desligados oficialmente de la entidad oriolana. Así las cosas, el club cerrará también al público sus oficinas la próxima semana de manera indefinida, ya que los actuales dirigentes no tienen claro si continuarán en el cargo, pues ello depende de la ayuda económica que desde el Ayuntamiento estén dispuestos a prestar, bien sea a modo de subvención o mediante convenios publicitarios.

La reunión entre el concejal de Deportes, Dámaso Aparicio, y el presidente del Orihuela, Antonio Felices, está prevista para principios de la semana que viene, aunque aún no se ha confirmado fecha. Dependiendo de lo que se desprenda en esa toma de contacto, la directiva escorpión tomará una decisión definitiva sobre su continuidad o no al frente de la entidad amarilla.

Si se mantiene en el cargo, las oficinas del club reabrirán sus puertas en el plazo aproximado de un mes para iniciar las gestiones de planificación de la próxima temporada, pero en caso contrario, permanecerán cerradas hasta que alguien coja el testigo de un equipo que en la actualidad está totalmente saneado en el apartado económico.

Mientras tanto, y ante el desconocimiento de si el Orihuela contará para la próxima campaña con algunos de los últimos componentes de la plantilla, los futbolistas ya están buscando otras alternativas aprovechando que ya no están ligados contractualmente con la disciplina amarilla.