La directiva del Orihuela, que preside Antonio Felices, todavía no tiene clara su continuidad al frente del club. Todo dependerá de la predisposición que muestre el Ayuntamiento a la hora de ayudar económicamente. Así lo ha asegurado Felices, quien está a la espera de mantener una reunión con los representantes municipales, que podría producirse a mitad de esta semana.

«Hay muchas formas de colaboración que se podrían acordar y, cualquiera de ellas, podría ser buena», señala el presidente, aunque no espera nada concreto de la reunión. «Nuestra única intención es que se dejen las cosas claras para que no tengamos sorpresas a mitad de temporada, como ha ocurrido otros años. Lo que queremos saber es hasta dónde podemos llegar sin pedir nada concreto, porque todos los equipos del grupo tienen acuerdos con sus ayuntamientos».

Felices pide «sinceridad» e insiste en que «no queremos que intenten embarcarnos en situaciones que luego no se cumplen. Debemos ir todos de la mano, porque es imprescindible la colaboración entre todas las partes».

Si la directiva llega a un acuerdo con el Ayuntamiento continuará al frente del club, pero, en caso contrario «dejaremos paso a cualquier otra persona que quiera coger las riendas», y recuerda que «ahora mismo no existen socios porque ninguno renovó en su día el carné. Esto supone que, si decidimos marcharnos, no es necesario convocar elecciones y cualquier persona interesada pueda hacerse con el mando de un Orihuela que está totalmente saneado porque hemos trabajado mucho para conseguirlo», asegura el todavía presidente.

Antonio Felices califica de «decepcionante» la temporada que acaba de finalizar porque el equipo no ha conseguido el objetivo de clasificarse para la promoción de ascenso. En opinión del máximo dirigente, la clave del fracaso «estuvo en la planificación de la pretemporada» y culpa al anterior entrenador Gabi Correa: «Quería traer jugadores de Segunda B que no podían venir al Orihuela. Eso hizo que llegásemos a una parte de la pretemporada sin entrenar porque esperábamos unos jugadores que nunca vinieron y tuvimos que correr para fichar otros. Ya fue un inicio malo porque no conseguimos traer lo que queríamos, pese a que fue la primera temporada en la que trabajamos con tiempo para haber hecho las cosas bien».