El juicio celebrado ayer, en el Juzgado de lo Mercantil de Elche, por el cual el Orihuela Club de Fútbol solicita al Ayuntamiento de la ciudad el pago de 60.000 euros, ha quedado visto para sentencia.

Después de cerca de dos horas de declaraciones ante el juez y de la presentación de documentos, ahora será el propio Juzgado el que decida en su sentencia firme quién tiene la razón en este procedimiento judicial que se inició hace un año y por el cual el club de la Vega Baja denuncia el impago del anterior equipo de gobierno municipal de un acuerdo de subvención a cambio de publicidad que alcanzaba la cifra de 60.000 euros.

Durante la sesión judicial, el Orihuela, a través de su abogado, se centró en pedir, únicamente, lo que mantiene que se acordó entre ambas partes y que, en su opinión, se incumplió por parte del Ayuntamiento.

Por su parte, el abogado municipal alegó, para justificar el impago, que nunca se llegó a firmar un contrato con obligara a su defendido a cumplir con el acuerdo. En ese sentido, el club explicó que en ningún caso anterior de subvenciones municipales se firmaba el contrato antes de finalizar las temporadas y que siempre se hacía después. En esa ocasión, el equipo llevó en sus camisetas la publicidad y cumplió con lo pactado esperando que ocurriera como en campañas anteriores y que el acuerdo se firmara al terminar la misma, pero no fue así.

Para justificar que sí hubo un compromiso entre las dos partes y acreditar la relación contractual que existió, pese a la ausencia de firma en un contrato, el club escorpión mostró al juez un paquete de documentos que incluyen conversaciones por WhatsApp, correos electrónicos y declaraciones en ruedas de Prensa, así como vídeos en los que se muestra que el equipo oriolano sí lució la publicidad institucional en sus camisetas durante la temporada 2013-2014.

El presidente del Orihuela, Antonio Felices, salió del juicio con la sensación de que «se ha quedado claro que tenemos razón, y que lo único que pretendemos es cobrar los 60.000 euros que se acordó en su día y nada más».

El propio Felices asegura desconocer cuándo se producirá una sentencia firme, aunque cree que tardará en llegar.