El frenesí, el caos, la vorágine, el vértigo forman parte del día a día de Juan Vicente Giner Arcas (El Campello, Alicante, 22/06/1998). Con tan solo seis años, ya sintió atracción por un deporte que es pura adrenalina. A los 8 años, ya disputó y ganó su primer Campeonato de España; y a los 11, ya afrontó en Inglaterra su primera competición internacional. Quedó decimotercero entre los 2.000 participantes. Y ya en aquel momento, constató que su afición era sinónimo de riesgo: «Me perdí por el circuito, no sabía nada de inglés, estuve un tiempo sin saber adónde ir, lo pasé realmente mal», evoca Juan Vicente.

No obstante, su peor experiencia llegó hace un año en Barcelona. «En pleno campeonato, en una curva, choqué con un rival en el aire y caí. Cuando me levanté, otro competidor que venía por detrás me arrolló y me reventó el bazo. Estuve ingresado en la UCI unos días» rememora todavía sobrecogido el deportista alicantino.

Pese al peligro que entraña el ejercicio de este deporte, Juan Vicente ni titubea. «Sé que me expongo en cada competición, que hay un riesgo evidente. Una cierta sensación de miedo resulta inevitable. Pero, al mismo tiempo, siento felicidad. Lo mío es pasión», asegura el alicantino, que estará «eternamente agradecido al apoyo de mis padres».

El acróbata de El Campello es uno de los grandes valores de futuro del ciclismo BMX en España. En territorio nacional lo ha ganado todo en las categorías inferiores. Y durante 2015, ya empezó a despuntar en las competiciones internacionales. Por ejemplo, llegó hasta las semifinales de las Copas de Europa de Bélgica y Dinamarca.