El aumento de las muertes por sobreesfuerzo en carreras populares ha disparado las alarmas en las últimas semanas. ¿Cuáles son las causas? ¿Imprudencia? ¿Desconocimiento del riesgo?

Conviene destacar que el deporte es saludable. La práctica regular de ejercicio físico es una recomendación establecida y reconocida por las diferentes sociedades científicas. Aporta múltiples efectos beneficiosos para la salud del organismo, muchos de ellos relacionados con la prevención de enfermedades cardiovasculares y el control de sus factores de riesgo como la diabetes, hipertensión, colesterol y sobrepeso. Además, sus beneficios se extienden también al ámbito psicológico, sociológico y al de la prevención de enfermedades metabólicas, del sistema nervioso y el cáncer.

¿Cómo se explica desde la medicina y la ciencia la relación entre el deporte de alta intensidad y la muerte súbita u otros graves riesgos cardiovasculares?

Uno de los factores más determinantes es la existencia de alguna cardiopatía subyacente, que muchas veces es silente. Y otros factores son la propia intensidad del ejercicio, la frecuencia de la práctica, la condición física previa y los hábitos de vida.

¿Cómo se pueden prevenir todos estos riesgos cardiovasculares? ¿Con más educación deportiva, con más controles periódicos de salud?

Como su propio nombre indica, la muerte súbita del deportista aparece de forma inesperada, por una causa natural, no es traumática ni violenta, y en un corto periodo de tiempo. Y los síntomas aparecen durante o inmediatamente después de la práctica deportiva. La incidencia de muerte súbita o complicaciones graves durante la actividad física es muy baja, aunque con un alto impacto social. Aún así, la relación riesgo-beneficio se encuentra claramente a favor de la práctica de la actividad deportiva regular. Eso sí, el deporte de alta intensidad conlleva un incremento del riesgo. La muerte súbita supone el mayor reto preventivo y diagnóstico para los profesionales de la salud que recomienden y supervisen la práctica del ejercicio físico.

Como deportista y profesional de la salud, ¿qué consejos da para afrontar estas pruebas de gran exigencia física?

El deporte de alta intensidad o de competición, asociado con mayor riesgo de complicaciones cardiovasculares como eventos coronarios o muerte súbita en individuos susceptibles, se debe desarrollar dentro de un ámbito controlado, supervisado, progresivo y adaptado a nuestra condición y preparación física. Es fundamental concienciarse de ello. Debemos plantearnos instaurar reconocimientos médicos adecuados, dirigidos a minimizar los riesgos de complicaciones cardiovasculares graves relacionados con el deporte. En los últimos años se han identificado varias de las diferentes enfermedades cardiovasculares que con mayor frecuencia son responsables de la muerte súbita de deportistas bien entrenados o de jóvenes aparentemente sanos. Los profesionales de la salud debemos intentar detectar precozmente estas enfermedades, muchas de ellas silentes o asintomáticas, y prevenir sus consecuencias.

O sea, que debemos ser conscientes de nuestras propias limitaciones antes de afrontar determinados desafíos deportivos...

Efectivamente. Y es fundamental una correcta preparación física para enfrentarse a pruebas que así lo requieren, como los medios maratones, que proliferan todos los fines de semana por la provincia y la Comunidad. Debemos recordar que son pruebas muy exigentes que demandan un alto grado de disciplina física, psicológica y en el cuidado de los hábitos de vida.

¿Cómo influyen factores como la alimentación y el estrés en episodios de muerte súbita?

Uno de los mecanismos fisiopatológicos de la muerte súbita en el deporte es la activación de una serie de señales de alarma que pueden favorecer las arritmias cardiacas o agravar una situación de falta de riego del músculo cardiaco.

¿A qué atribuye la creciente moda de correr?

Afortunadamente, estamos ganando adeptos en la salud y la vida sana. Cada vez hay más gente que practica deporte, que es algo que engancha. Empieza como una actividad de ocio y evoluciona hacia retos cada vez más importantes hasta llegar a un torbellino de deporte de alta intensidad en el que hay que tener importantes precauciones de salud.

La muerte por sobreesfuerzo es la antítesis de otro problema de salud como la inactividad...

Es básica una buena educación sanitaria y promoción de la salud partiendo de los estratos de edad más bajos, en los que se deben adquirir buenos hábitos de vida como la práctica saludable del deporte para contrarrestar el sobrepeso en la edad infantil y la mala alimentación, que muchas veces va ligada al sedentarismo. El deporte es una buena herramienta para luchar contra estos dos elementos nocivos.