La banda del Vicente Calderón ganó sosiego con la presencia en el lugar que habitualmente ocupa el sancionado Diego Pablo Simeone del también argentino Germán Burgos, quien, durante el duelo ante el Rayo, amplificó con otras formas el mensaje del primer entrenador colchonero. Apenas unas pocas correcciones dictó al renovado once del Atlético de Madrid el auxiliar de Simeone, acomodado sobre la línea discontinua que delimita el área técnica con las manos escondidas detrás de la espalda. Desde la grada, algunos metros por encima de él, se vio obligado a seguir la evolución de sus pupilos el primer entrenador atlético dada la sanción de tres encuentros que le impuso el Comité de Competición por el lanzamiento desde la zona del banquillo local de un segundo balón hace siete días, durante el triunfo ante el Málaga. efe madrid