Después del palo que significó el viernes el descenso de Primera División del Elche Vulcanizados Alberola, los responsables del club se han dado un tiempo de reflexión para analizar el futuro. En la entidad aún no dan todo por perdido y todavía albergan esperanzas de seguir la próxima campaña en la máxima categoría del fútbol sala español. Para ello es importante haber terminado penúltimo, por encima del Antequera, ya que, en caso de renunciar algún equipo, se produciría una vacante y el Elche sería el primer beneficiado.

En este caso todas las miradas apuntan al Levante. El conjunto granota depende del club de fútbol 11 y si desciende de Primera -cuenta con muchas papeletas- tiene previsto realizar recortes en sus secciones y el fútbol sala sería el gran damnificado. Además, la Liga Nacional de Fútbol Sala quiere endurecer más las condiciones de los equipos para la próxima campaña y va a exigir pabellones con dos gradas laterales y con capacidad, como mínimo, para 2.000 espectadores, algo que el Levante no cumple.

De todas formas, todavía es pronto y en el club ilicitano quieren ser cautos porque deberían darse una serie de condicionantes para que la afición franjiverde continúe disfrutando de la mejor Liga de fútbol sala del mundo. El Elche Vulcanizados Alberola también tiene una buen imagen en la LNFS por su buena forma de trabajar y su presidenta, Patricia García, ha sido la primera mujer en forma parte de la Junta directiva. Eso también ayuda.