José Antonio Ñíguez, más conocido en el entorno del fútbol como Boria, y Pilar Esclapez, padres de Saúl, no olvidarán nunca el gol del menor de su hijos ante el Bayern de Munich. Ambos estuvieron acompañados en las gradas del estadio Vicente Calderón, en una noche mágica que tardarán de borrar de su mente, por otro de sus hijos, Aarón. Tampoco faltó a la citada la novia de Saúl, que con el gol se puso a llorar, y un grupo de amigos de Elche formado por Alfonso Buedo, padre e hijo, Fernando José Buedo y Alberto Capdepon. El único que se quedó con las ganas fue Jony, que está jugando en Eslovenia con el Koper de Primera División y que se tuvo que conformar con verlo por la televisión. La mayoría de ellos ya están preparando el viaje a Munich. No desean perderse el partido de vuelta or nda del mundo. J. P.