El exjugador franjiverde Aarón Ñíguez, que milita en el Sporting de Braga, estuvo en la noche del miércoles en el Vicente Calderón junto a sus padres y a unos amigos, presenciando el partido de la semifinal de Liga de Campeones que enfrentó al Atlético de Madrid con el Bayern. El hermano de Saúl, autor del denominado «maradoniano» gol de la victoria rojiblanca, reconoce que «cuando la pelota entró dentro de la portería de Neuer «me quedé en estado de shock». A pesar de que el Manzanares «es el campo con más ruido del mundo parecía que se había quedado en silencio. Fue una sensación muy extraña». Cuando a los segundos regresó a la realidad «allí estaba mi madre lloraron y mi padre y amigos dando saltos. Nadie se lo podía creer. Vinieron grupo de amigos de Elche a ver el partido y tampoco se creían lo visto sobre el campo». Saúl miró a la grada y le dedicó el gol. «En el campo no lo vi, pero luego me lo dijeron. Cumplí los años el martes y el regalo que me hizo nunca lo olvidaré. Ya estuve en el partido frente al Barcelona y no me quise perder el duelo ante los alemanes». Aarón asume que «fue un auténtico golazo y tiene una gran transcendencia. El que le hizo al Real Madrid de chilena parecía muy bueno, pero este lo ha superado».

El que no pudo estar en el Calderón fue Jony Ñíguez, que milita en el Koper de Eslovenia. «Me han dicho que el escándalo que montó en el piso fue tremendo», explicaba en tono jocoso Aarón.