El Atlético de Madrid iniciará hoy (20.45, Bein) un gigantesco desafío en la Liga de Campeones en el Vicente Calderón, lleno para un choque de estilos contra el Bayern Múnich, con una revancha pendiente desde hace 42 años y con la final para el ganador de la eliminatoria, con la vuelta en terreno alemán.

Posición contra posesión. El argentino Diego Simeone contra Pep Guardiola. La firmeza defensiva del Atlético contra los infinitos recursos en ataque del Bayern. 180 minutos, los de mañana en un Vicente Calderón repleto de aficionados y los de dentro de una semana en el Allianz Arena, con un objetivo: la final de Milán.

Un partido enorme de tanta transcendencia en lo deportivo como en lo emocional, en el anhelo de revancha que tiene el Atlético en esta edición del torneo; la que tiene pendiente con el Bayern desde los últimos instantes de la prórroga de la final de 1974 en el estadio Heysel de Bruselas (1-1), perdida luego en el desempate por 4-0.

Y la que tiene con la Copa de Europa, la competición que le falta en su palmarés por dos minutos, el que le apartó del título en la final de 1974 y el que frustró su éxito en el duelo decisivo del torneo hace dos años, el 24 de mayo de 2014 en Lisboa con el Real Madrid, cuando lo tenía ganado hasta que Sergio Ramos empató a uno.

Desde entonces, la Liga de Campeones es la gran ambición del Atlético, incluido en dos de las últimas tres campañas entre los cuatro mejores del continente y en unas semifinales que enfrentarán dos formas de entender el camino hacia la victoria; la presión, la seguridad, la eficacia y el contragolpe del Atlético contra la posesión, la colección de estrellas y el juego ofensivo del Bayern.

Pocos duelos enfocan tanto hacia los entrenadores, Simeone y Guardiola, dos de los mejores técnicos del mundo, y su diferencia de estilos. Son dos equipos preparados hasta el detalle más minúsculo para desarrollar la idea desde el banquillo, desde la que partirán en un partido de ida que pone en juego quizá más de medio billete.

Porque así lo entienden en el Atlético y porque la vuelta será el próximo martes en Múnich, con los condicionantes que eso genera en el partido que afrontará como local el conjunto rojiblanco, lanzado por cinco victorias consecutivas y sin gol en contra en 32 de sus 51 encuentros oficiales de este curso, incluidos los cuatro últimos.

La prioridad del Atlético es ganar, como ya doblegó al Barcelona en la anterior ronda en el partido de vuelta (2-0). No hay otro resultado en su mente, mejor si es sin ningún gol en contra; una circunstancia que multiplicaría, en ese caso, sus opciones para la visita al Allianz Arena contra un Bayern de múltiples recursos.

El ataque del conjunto alemán es temible: Thomas Muller, Robert Lewandovski, Franck Ribery, Douglas Costa, Kingsley Coman, Mario Gotze, Arturo Vidal, Xabi Alonso, Thiago Alcántara... Es una nómina de jugadores de medio campo para adelante imponente, mucho más que en su retaguardia, donde aparece como un grupo más vulnerable.

Ahí buscará lastimarlo el Atlético, que sólo ha perdido cinco de sus últimos 44 partidos oficiales, con el equipo siempre por encima de las individualidades.