La Federación Valenciana de Fútbol ha rendido tributo al único presidente salinero que subió a Segunda B, Antonio Guerrero, coincidiendo con el 28 aniversario del único ascenso de un equipo torrevejense de fútbol a la Segunda B, categoría de bronce del balompié nacional, que se conmemora el próximo mes.

El máximo mandatario de la entidad salinera en aquel entonces era Antonio Guerrero, que tomó las riendas de la entidad en el 86. Tras el ascenso se vivió la época dorada de la entidad torrevejense, con cinco años en Segunda B, la visita de destacados clubes en Copa del Rey, e inolvidables derbis no sólo contra el eterno rival, el Orihuela, los cuales eran especialmente electrizantes en un fútbol que aún no había sufrido la globalización, siendo los clubes verdaderos embajadores de sus ciudades. Pero, también, hubo inolvidables choques contra el Elche, Murcia o Hércules, pasando precisamente a los anales de la historia una sonora goleada a los herculanos por 5-1 tras la cual todo el Vicente García entonó al unísono el popular «Golondrina de Amor», vals marinero muy arraigado en la localidad.

Por sus logros deportivos, y por su dilatada contribución como directivo del ente autonómico en los 90, Guerrero, que tiene 76 años, acaba de ser homenajeado por la Federación Valenciana de Fútbol (FFCV). Asimismo, Guerrero se convierte en asesor de presidencia de la propia FFCV.

Por este motivo, se desplazaron a Torrevieja el presidente de la valenciana, Vicente Muñoz, y el secretario general de la FFCV Salvador Gomar, junto con el delegado provincial Damián López.

Tampoco faltó al acto, celebrado en el domicilio de Guerrero, su yerno Juan Ignacio Martínez, técnico nacional que ha dirigido varias campañas en primera división a clubes como el Levante, el Valladolid y el Almería, jugando incluso la UEFA con el cuadro levantinista. Además, se da la circunstancia de que Juan Ignacio perteneció a aquella época dorada del fútbol salinero como jugador en activo, pasando posteriormente a iniciarse en los banquillos dirigiendo al fútbol base torrevejense, desde donde fue escalando hasta llegar a dirigir a varios conjuntos de Segunda A para posteriormente saltar a la máxima categoría.

Sin duda, en su familia, el deporte rey se ha vivido con la máxima intensidad, y con este gesto ahora llega el reconocimiento a tantos años de entrega.